Película y libro de la semana

COLETTE (2018)

Disponible en iTunes y DVD

Director: Wash Westmoreland

Actriz principal: Keira Knightley

Colette es una de mis autoras favoritas. La descubrí a mis 18 años y ha sido mi maestra, de escritura y de vida. Si me propusiesen elegir una persona en el mundo con quien tomarme un café, sería con ella, quien supo ponerle optimismo y picante a la vida. Me maravillaba que Colette escribía en papel color azul cielo, una hermosa costumbre que nunca abandonó. Su escritura fue siempre fuerte, profunda, muy perspicaz, y dotada de gran psicología. A ella le debemos la famosa Gigi, las igualmente famosas Claudines, y varios otros personajes inolvidables. Cuando me enteré de que salía una película sobre su vida, no supe si alegrarme o molestarme, porque tenía recelo de cómo la iban a retratar, peor aún siendo una película de Hollywood y, además, en inglés. Colette hablaba su francés con el acento regional de la Borgoña, marcado por sus típicas erres arrastradas. Ella no se molestó en adquirir un afectado acento parisino porque provenía del campo, y a mucho orgullo.

La película aborda la juventud de Colette cuando, a los 16 años, se casa con el ya treintañero Henry Gauthier-Villars, apodado Willy, quien a la época era conocido por su costumbre de firmar como suyas obras de escritores fantasmas. Así que Colette comienza a escribir, Willy comprende que tiene en sus manos una mina de oro. Su primer libro, Claudine à l’ecole (Claudina en el colegio), se convierte en el bestseller de la época. Luego se publican las demás Claudines que provocan un fenómeno nacional: todas las francesitas vestidas a lo Claudine y un sin número de productos con marca Claudine. Sólo Willy firma como autor, pero Colette se siente honrada. Más adelante, le costaría un juicio de años comprobar su autoría y lograr así rescatar sus derechos de autora de las Claudines.

Colette escribiría muchas novelas a lo largo de su vida, tendría muchos amantes, exploraría muchos campos: la actuación, la cosmetología, la crítica literaria, llevaría en definitiva una vida apasionante.

Me gustó la película, a pesar de todo lo que me hizo falta. Me agradó Keira Knightley aunque esta escuálida actriz dista mucho de la rolliza Colette, una mujer curvilínea, procaz, coqueta y desenfada. Y si bien le falta profundidad, y opino que bien pudo haber llegado más lejos, la película engancha. Demasiado liviana tal vez, pero divertida y apasionante.

NOTA: 8/10

GIGI (1944)

Por: Colette

Acabo de releer rápidamente esta obra con motivo de la película sobre su autora. Curioso, en estos días del #Metoo sospecho que este libro sería rotundamente castigado. Una niña de 16 años, que está siendo entrenada para ser una especie de chica fácil, se enamora de su “tío” de casi cuarenta: “Gracias a Dios por las niñas pequeñas” canta Maurice Chevalier en el éxito hollywoodense premiado con un Oscar, en el que Leslie Caron actúa en el papel de Gigi.

Me pregunto, ¿no estaremos exagerando un poquito? ¿No es más sensual la vida con picardía? ¿Con coquetería? Esta novela explora el dolor, el deseo, la maduración de una adolescente, y todo eso me llama la atención. Es una novela dura, irreverente, de notable percepción psicológica. Cabe anotar que Colette ya tenía 71 años cuando la escribió y que muchos críticos la consideran su obra más notable. Esta novela abre la puerta a situaciones muy cuestionadas por moral actual. En la generación de mi madre, muchas mujeres que aún no cumplían 18 se casaban con hombres mayores. ¿Acaso eso era abuso? ¿No estamos las mujeres a los 15 ya listas para amar? Gigi sabe que su vida con Gastón será difícil, comprende que él seguirá teniendo otras mujeres, y acepta que ese será su destino porque ella no podría vivir con otro hombre. Gigi sufrirá con Gastón, pero sufriría más sin él. A pesar de las advertencias, Gigi acepta a Gastón porque tiene una visión clara de su vida, no obstante su juventud, y la enfrenta con tranquilidad. Me parece una lectura de vital importancia para cuestionarnos algunas cosas y así derivar nuestras propias conclusiones. Se lee rápido pero, una vez comenzada, es imposible parar.

NOTA: 10/10